Por primera vez en 20 años, tanques israelíes han entrado en la Cisjordania ocupada.
El movimiento marca una escalada importante en la operación militar de Israel en Cisjordania, hogar de más de 3 millones de palestinos.
Centrada -por ahora- en el norte de Cisjordania, la campaña es ya la más larga e intensa en Cisjordania desde la segunda intifada a principios de la década de 2000.
Durante semanas, el ejército israelí ha llevado a cabo ataques aéreos e incursiones en el norte de Cisjordania que han causado la muerte de más de 50 palestinos, muchos de ellos aparentemente desarmados y que no suponían una amenaza inminente.
Además, las fuerzas israelíes han destruido numerosas viviendas e infraestructuras críticas, como redes de alcantarillado y conducciones de agua. Esto ha hecho que varios campos de refugiados de Cisjordania resulten "casi inhabitables", según la ONU.
Decenas de miles de palestinos se han visto desplazados, una magnitud nunca antes vista en Cisjordania desde la guerra de 1967 y el comienzo de la ocupación israelí.
El ministro de defensa israelí, Israel Katz, declaró que las operaciones continuarán durante un año y que no se permitirá regresar a los palestinos desplazados.
Ya hemos visto esto antes. En Gaza.
Human Rights Watch descubrió que Hamás y otros grupos armados palestinos cometieron crímenes de guerra contra civiles israelíes durante su ataque del 7 de octubre de 2023. No encontramos ninguna justificación legal plausible para el desplazamiento masivo y deliberado por parte de Israel de civiles palestinos en Gaza. Estas acciones constituyen crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y, al menos en algunas partes de Gaza, limpieza étnica.
HRW también determinó que la destrucción de la infraestructura hídrica de Gaza a manos de Israel formaba parte de una política calculada para provocar la destrucción de parte de la población palestina, lo que equivale a crimen de lesa humanidad de exterminio y actos de genocidio.
Las autoridades israelíes llevan meses intensificando su represión en Cisjordania. Desde los atentados del 7 de octubre de 2023, dirigidos por Hamás, las fuerzas israelíes han matado a más de 800 personas, una cifra sin precedentes.
Estas acciones van de la mano con el aumento de la construcción de asentamientos, la violencia de los colonos, las demoliciones de viviendas palestinas y los informes de tortura de detenidos palestinos.
La represión forma parte de los continuos crímenes contra la humanidad de apartheid y persecución de Israel contra los palestinos.
Para evitar más atrocidades, los gobiernos deben imponer sanciones selectivas y suspender las transferencias de armas a Israel, prohibir el comercio con los asentamientos ilegales y apoyar a la Corte Penal Internacional.
Ya hemos visto en Gaza cómo funciona este manual: los Estados deben actuar urgentemente para evitar que Cisjordania corra la misma suerte.
